El famoso refrán español puede ser aplicado también a la ropa e imagen, además de las compañías. Eso, para muchas personas, puesto que identifican muchas prendas de vestir o determinados peinados/rasgos con ideologías políticas y grupos sociales de diversa índole. Sin embargo, muchas veces, la moda trata –aunque no lo consigue del todo- de eliminar esta especie de prejuicios hacia ciertas indumentarias, que se convierten en “lo guay.”
Algunos de los ejemplos más claros de las últimas épocas los encontramos en el calzado:
- Las zapatillas Converse eran tradicionalmente de una posición económica baja, pero desde hace unos años se han reinventado y encarecido su precio siendo el calzado para jóvenes por excelencia hace un par de temporadas, moda que incluso hoy persiste y parece que ha venido para quedarse.
Para clases algo más pudientes encontramos ahora las zapatillas Múnich, conocidas y usadas para jugar al fútbol-sala, que se modernizaron y sacaron una línea más de calle –bastante cara, por cierto- que las ha llevado a los pies más ‘trendies’.
Pero sin duda, bastante más controvertida es la historia de la marca británica Fred Perry, que tradicionalmente y todavía hoy es insignia de los grupos Skinhead de ultraderecha. Sin embargo, en los últimos años la marca parece cansada de tan -para algunos- denigrante imagen y se ha modernizado, y sobre todo el calzado, quizás por estar históricamente menos vinculado a estos grupos, se han puesto de moda y compiten con las dos anteriores en la moda juvenil.
Apartándonos del calzado, otros elementos han sido históricamente vinculados a grupos o colectivos, como pueden ser las chaquetas de cuero para los heavies, las palestinas anarquistas, el pendiente en la oreja derecha de gays, las crestas punk, las prendas sueltas y coloridas de los hippies, o las gorras y pantalones caídos de los raperos.
Como estos y los anteriores, muchos ejemplos más hay de este tema. Pero, ¿creéis realmente que viendo a alguien por la calle vestido de determinada manera podemos sacar tales informaciones?
Entonces, ¿si os encontráis a un chico con una gorra, un pendiente en la oreja derecha, un brazo tatuado, camisa de colores, pantalones caídos, palestina y zapatillas Fred Perry, qué tipo de persona es?
Es un ejemplo de lo ridículo que es que algunas personas miren mal a otras por su indumentaria y no acepten la respuesta de “Voy así porque me gusta.”