Durante una visita a la estación lucense de Monforte de Lemos, descubrí una cosa, que el ferrocarril español tiene dos caras. Ya lo sospechaba desde hacía tiempo, pero me lo confirmó una desoladora imagen.
Este reportaje NO ES UNA CRÍTICA a Renfe-Operadora, ni al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (ADIF), los cuales no tienen ningún tipo de responsabilidad sobre las imágenes del tren aquí publicadas. Sí pretende servir de reflexión sobre el patrimonio cultural que estamos dejando atrás y una crítica directa a todas aquellas empresas que por un lado “presumen” de restaurar el patrimonio ferroviario español y luego ellas mismas se ponen trabas para que las futuras generaciones puedan disfrutar de aquellos trenes en los que viajaban nuestros abuelos, padres, y en un futuro, nosotros. Véase el ejemplo del Museo Nacional Ferroviario (controlado por la Fundación de los Ferrocarriles Españoles) o la Fundación de los Ferrocarriles de Galicia, que mientras se llena los bolsillos con su “Expreso Ribeira Sacra” deja, por otro lado al tren que veremos a continuación en un estado lamentable, sin posibilidad de salir a vía de nuevo porque simplemente no tiene por dónde salir.
A continuación unas imágenes del recién estrenado “Expreso Ribeira Sacra”, que une las localidades de Ourense y Monforte de Lemos los fines de semana con una locomotora fabricada en 1988 y coches de época, que incluye sala de audiovisuales y restaurante.
Expreso Ribeira Sacra saliendo de la estación de Os Peares con la locomotora de 1988 a la cabeza. (Foto: laregion.es)
Expreso Ribeira Sacra, el día de su inauguración en la estación de Ourense. (Foto: elprogreso)
Expreso Ribeira Sacra, estacionado en Os Peares. (Foto: Vía Libre)
Pero, como dice el refrán no es oro todo lo que reluce, y mientras el Ribeira Sacra es recibido con bandas de música y políticos de aquí y de allá en sus viajes, se pueden hacer fotografías a este otro tren, un tren autopropulsado del año 1981, hasta principios de los 2000 habituales en los servicios regionales de toda España, que tras ser abandonado por Renfe fue adquirido por la Fundación de los Ferrocarriles de Galicia para ser restaurado y puesto en servicio hace ya más de cinco años.
Foto del tren cuando aún prestaba servicio en sus últimos años.
(Foto: Listadotren.es)
Estado actual de una de las cabinas.
La vegetación crece sobre el tren, rompiendo las ventanas.
La composición es habitual lienzo para los grafitteros.
El interior es la parte mejor conservada, aunque la puerta está abierta, indicio de que puede ser habitual cama para sin techos.
El tren ha sido seccionado y el espacio es aprovechado por un bar para colocar una terraza.
Detalle de una dedicatoria amorosa que se puede leer sobre el graffiti.
Las ventanas del tren han sido apedreadas. Esta corresponde a una de las puertas, obsérvese la mancha de grasa del interior.
Detalle de uno de los testeros del tren, sin uno de los topes, graffiteado y sin focos. Antes disponía de una vía que lo conectaba con la estación de Monforte de Lemos. Vía que ha sido levantada. Ahora, un montón de escombros hacen de tope para evitar que en caso de aflojamiento de los frenos el tren pueda causar un accidente.
Este es solamente uno de los múltiples ejemplos que podemos encontrar en la geografía española de trenes abandonados a su suerte después de recorrer millones de kilómetros y transportar miles de viajeros. Este tren fotografiado se puso en servicio en 1984, y yo mismo le he visto circular. Estaba basado en el taller de Ourense, y era habitual en los servicios regionales entre Ourense y Santiago de Compostela. Estos trenes han sido utilizados por miles de estudiantes que cada semana se montaban en él para ir a la facultad. Pertenece al patrimonio ferroviario español, y como parte de él, es digno de que, al menos un ejemplar sea restaurado y puesto en servicio para que pueda ser observado y disfrutado por las siguientes generaciones. ¿O es que actualmente, que vivimos rodeados de cercanías y talgos, no nos gusta ver una locomotora de vapor? Pues imagínense, ¿no les gustará a las futuras generaciones que vivan en un mundo de Alta Velocidad, ver a un tren como éste?
O todos aquellos alumnos que fueron a la Universidad en este tren, ¿no les haría gracia encontrarse en un museo, mientras pasean con sus hijos, con el tren que tantas veces les llevó y mostrárselo?
Desde Cybervíctor queremos pedir a la Fundación de Ferrocarriles de Galicia que retome el proyecto de restauración de este tren que abandonó, o por lo menos lo venda a algún desguace y que pueda ser reciclado, pero que no se pudra rodeado de ramas, escombros y botellas de cerveza.
(Foto: YouTube) Otro ejemplar de esta serie prestando servicio en sus primeros años.
(Foto: Railpictures.net)
como curiosidad, algunos de los ejemplares de esta serie de trenes fueron reformados y enviados a Argentina, donde aún hoy prestan servicio.
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