13/7/10

HEMOS HECHO HISTORIA. Crónica de dos días inolvidables.

La Selección Española de Fútbol ha conseguido su primer título mundial tras ganar a Holanda por un gol a cero en un partido violento por parte de "La Naranja Mecánica". 


Así lo viví


Torrejón de Ardoz, Madrid. 11 de julio, 20:10h
España está a punto de jugar su último partido en el Mundial, y para ello el país se ha transformado y se ha volcado con "La Roja". Basta con un paseo en coche por la ciudad a ritmo del "Waka-waka" y haciendo sonar mi vuvucela para darse cuenta de ello. La ciudad está engalanada con banderas de España, todo el mundo viste de rojo y ha querido reunirse para ver lo que puede convertirse en un momento histórico.
Torrejón de Ardoz, Madrid. 11 de julio, 20:30h
Para no revelar identidades, digamos que elegí para ver el encuentro, como muchos españoles, la casa de unos amigos, en la que, entre pitos y flautas, nos reunimos una decena de personas, ataviados con camiseta roja para la ocasión y banderines de España a lo, en otros tiempos, "facha". Pero hoy no, hoy podemos sentir todos nuestra bandera porque hoy no tiene ningún significado político. España se ha unido para celebrar este acontecimiento, gallegos y catalanes, jóvenes y mayores, aficionados y los "recién llegados" al mundo del fútbol, como un servidor, que se encuentra redactando su primer artículo pseudofutbolístico.
Descrito ya el ambiente, creo yo que me agradeceréis que no me meta en terrenos técnicos del encuentro, porque... soy uno de esos que en la final de la Eurocopa preguntó: ¿Qué es un fuera de juego?
En el ámbito del partido solo decir que estuve muy nervioso, sensación poco habitual en mí en este tipo de acontecimientos, lo viví como el que más, grité y estuve pegado al televisor siguiendo cada movimiento del balón, como el 77% de los españoles, datos de audiencia, y el 98% que creo yo que se acerca más al dato real que nunca conoceremos. De lo poco que puedo decir, resaltar que al árbitro le quedaba bastante grande el partido; "Tiene instrucciones de que gane Holanda" decía uno de mis acompañantes más veterano. El señor del Bosque "siguió" mis preferencias en lo que a cambios de alineación se refiere, sacó a Torres y Fábregas, después de que yo lo repitiera hasta la saciedad frente al televisor, como si él me escuchase.
Torrejón de Ardoz, Madrid. 11 de julio, 22:51h
¡Ya no me quedan uñas! Con la cabeza ya en los penalties, la prórroga está a punto de finalizar. Holanda está jugando muy dura y agresivamente, y yo en mis adentros empezaba a pensar que quizás no fuese posible. Pero, de pronto, y pillándome medio desprevenido como de costumbre, aparece Iniesta. "Cásper", como yo le llamo -cariñosamente- al héroe del Mundial. Ahí estaba ese chico sencillo que encima de alegrarnos para una buena temporada a los españoles y marcar un gol, su manera de celebrarlo es levantarse la camiseta y enseñar otra en recuerdo de su amigo jugador del Espanyol, Dani Jarque. Ahí llegó la primera emoción fuerte de estos días. España entera grita, millones de vuvucelas suenan, la gente se abraza, España está feliz.
Torrejón de Ardoz. Madrid. 11 de julio, 23:18h
Ahora sí, ya somos campeones del mundo. La Copa está esperando a unos jugadores que han formado el mejor equipo del mundo, no solo en lo futbolístico, sino en lo humano. 23 chicos que, lejos de subírseles los humos en estos momentos y pensar en los 600.000€ por cabeza de prima, se acuerdan de sus familias, de sus amigos, de sus pueblos. Se emocionan, y les apetece bajarse al vestuario a beberse una, o dos, o tres, o más cervezas. Como si hubiesen ganado la liga de su barrio. Porque así es nuestra Selección.
Como anécdota final que llega desde nuestros televisores, la única imagen que ha logrado igualar a la de la foto con la Copa. San Iker es entrevistado en directo por su novia, la Periodista con mayúsculas, Sara Carbonero. La chica, que ha tenido que soportar críticas de periódicos ingleses (The Times) sólo porque la FIFA marcó una 'X' colocándola al lado de su novio. Sólo porque San Iker falló una vez. Sólo por eso, por unos días quedó eclipsada la profesionalidad de esta joven de 26 años, capaz de entrevistar a su novio como si fuese uno más. El chico, que capitanea a la selección que ha ganado el Campeonato del Mundo, que tiene demasiadas emociones acumuladas, el mejor portero del mundo, y tiene delante a su novia, preguntándole sobre las personas que recuerda en ese instante. Pasó lo que tenía que pasar. Y olé por Casillas.
Torrejón de Ardoz, Madrid. 12 de julio de 2010, después del partido
Y tras contemplar la escena en televisión, en la calle los coches pitan, la gente sale eufórica, las fuentes se abarrotan de personas que quieren celebrar juntas el triunfo. Alrededor de las dos de la madrugada, cojo de nuevo el coche (yo no, a mí me llevan) rumbo a casa, otra vez, al ritmo del Waka-waka. La sensación es impresionante. Todo el mundo lo celebra, da igual la edad, el sexo, la procedencia... Hoy estamos todos con La Roja. Llego a mi casa, me tiro en mi cama y enciendo el televisor, hasta que el cuerpo aguante o que el especial de TeleCinco presentado por Christian Gálvez y Tania Llàsera acabe. Lo que ocurra antes. Eso sí, a dormir bien, que  hay que coger fuerzas para recibir a La Roja. Será un día duro.
Torrejón de Ardoz, Madrid. 12 de julio, 16:00h
Desobedeciendo en todo momento las indicaciones del señor Ruiz-Gallardón al desplazarme en coche, allá voy yo, con mis, esta vez tres, acompañantes, mi Waka-Waka y mis banderitas, camino de la capital. Eso sí, esta vez sin mi vuvucela, que sufrió un trágico accidente durante la final, aprovecho para decirle  al vecino del segundo que me la devuelva, que  seguro que ella no quería acabar en su aparato de aire acondicionado.
Allá vamos, destino: aparcar. ¿Dónde? A saber. ¿Cuándo? Interesante pregunta. Pero tuvimos suerte.
La ciudadanía de Madrid hizo esta vez caso a su alcalde y la M-30 estaba vacía y con un poquito más de suerte conseguimos una plaza gratuita de aparcamiento a unos 500m del escenario. El despliegue de medios allí, impresionante. Plató de Cuatro, de TeleCinco, unas cuarenta unidades móviles, policía, y sobre todo, afición, mucha afición. Madrid era rojo, ya a las 16:30h. Y llega el primer debate, ¿qué hacer? Podríamos habernos quedado en el escenario durante siete largas horas al sol a coger sitio para ver el acto final o coger el Metro, ir a algún punto del itinerario del autobús descapotado para ver aún más de cerca a los jugadores.
La opción elegida fue la segunda, así que aparecimos en la Plaza de España. A pesar de que aún faltaba mucho tiempo para que los héroes nacionales pasaran, aquello estaba ya "abarrotao". Y con lo que me gustaba a mí, el despliegue de medios montado, yo me entretenía mirando la cámara-grúa de Televisión Española, los directos de laSexta y las entrevistas de Cuatro y TeleCinco. Todavía sigo buscándome en los especiales, a ver si salgo. Mención especialy honorífica tienen las dos chicas que tenía a mi lado. Cuánto eché de menos a mi vuvucela en esos momentos. Estaba en desventaja, ¡ellas tenían un megáfono! Y el megáfono tocaba la Para Elisa (muy apta para la ocasión) una y otra vez. Y ellas gritando. Intentando animar a una multitud que pasaba de ellas olímpicamente. Pero no se resignaban. Al grito de ¡Que pite el del coche sucio! o ¡Que pite la del Mini! destrozaban mis oídos y sólo deseaba dos cosas en ese momento: ver a los campeones del mundo y que se le acabasen las pilas al megáfono.
Poco a poco su euforia se fue marchitando, el tiempo pasaba y los chicos no llegaban. Hacía muchísimo calor, no tengo datos de temperaturas porque no acostumbro a llevar un termómetro conmigo, pero sobre unos 40ºC a ojo de buen cubero.Y yo al Sol y con muy poca agua. Hasta que los vecinos de la Gran Vía comenzaron a tirarnos y regarnos con agua fresquita. Prometo crear un grupo de Facebook: "Señoras que tiran calderos de agua en la Gran Vía". El momento se acercaba.
Gran Vía de Madrid,12de julio  20:59h
¡Por fin! Ya están aquí. La Gran Vía corea aquello de "¡Campeones, campeones!" y el autobús se divisa al final de la Plaza de España. Poco a poco se iban acercando, los cánticos se iban intensificando y las pulsaciones del corazón acelerando. Hasta que los tuve allí. En línea directa con los más grandes. Casillas copa en mano, Villa saltando en el autobús, Xavi al lado del capitán. Puyol, el más tranquilo apoyado en la barandilla y a su lado Piqué, junto a Víctor Valdés. Impresiona verlos de cerca, y aún más cuando hace menos de 24 horas que les veías en la lejana Johannesburgo, sudando la camiseta.
Gran Vía de Madrid, 12 de julio, 21:10h
Los jugadores se  alejan y continúan su baño de multitudes hasta el Puente del Rey, nuestro próximo destino. El transporte elegido, el Metro. Para mí, el único momento amargo de estos días. En la estación de Plaza de España, me quedaría corto diciendo que 2000 personas se agolpaban en la entrada para intentar coger un tren. Para 2000 personas, 2 puertas. Y hay que pasar de uno en uno, y solo hay un guarda de seguridad. Los niños lloran, el oxígeno falta y los clientes pierden los nervios. Lo mejor que podrían hacer hubiese sido abrir las puertas y "barra libre", pero no.
Príncipe Pío, Madrid, 12 de julio, 22:00h
Hemos conseguido llegar hasta la estación más cercana. Ahora queda un reto: conseguir intuir algo del espectáculo y conseguir algo de bebida y comida. Tras patear tres cafeterías -las tres sin existencias- lo intentamos de nuevo y conseguimos entrar en el OpenCor de la antigua estación del Norte. Conseguimos dos bolsas de patatas, una Coca-Cola de litro y medio, botella de agua de la misma cantidad y un par de sándwiches. Siguiente traba. Cruzar la Glorieta de San Vicente y llegar hasta la Explanada del Rey.
Explanada del Rey, Madrid, 12 de julio, 22:40h
Imposible conseguir un sitio donde ver siquiera algo. Ni el escenario, ni ninguna de las solo dos pantallas gigantes instaladas. Claro que, mientras nosotros peleábamos por un sitio, el Ayuntamiento rogaba que nadie más se acercase, que no había sitio. Al final, conseguimos escuchar algo del acto presentado por Carlos Latre.
A medida que aquello se iba vaciando, nos íbamos acercando al escenario. Y ahí escuchamos, algo mejor pero no mucho, el show de "ese humilde speaker", Pepe Reina. Bailamos con David Bisbal y acompañamos a Manolo Escobar, aunque no sabíamos ni que le habían manteado, ni que Casillas se sacó una foto con él, ni que estuvo el hijo de del Bosque, ni que La Unión participó, ni que Piqué se "peleaba" con Puyol, ni que a Fábregas le pusieron la camiseta del Barça en pleno Madrid y siendo jugador todavía del Arsenal, etc.Ni siquiera sabíamos que el presentador era Carlos Latre.
Todos esos pequeños detalles que se pueden ver y admitamos disfrutar, por televisión. Pero yo podré decir dentro de años, YO ESTUVE ALLÍ. Y seguiré buscándome en TVE para conseguir imágenes en televisión que lo demuestren.
¡Muchas gracias, Selección!

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